
El proyecto tiene por objeto crear capacidad en el Laboratorio Nacional de Salud Pública para realizar pruebas microbiológicas del agua y los alimentos, con referencia a las normas internacionales, de modo que los interlocutores comerciales acepten los resultados de las pruebas y se puedan seguir exportando los productos de la pesca.
Las Islas Salomón son uno de los países menos adelantados y uno de los más pobres del Pacífico. El conflicto étnico interno que tuvo lugar entre 1999 y 2003 afectó gravemente a la economía y la sociedad de esta nación. El comercio internacional ha contribuido en gran parte a la recuperación económica actual del país. La economía nacional depende de la agricultura y la pesca, y la mayor parte de la población activa se dedica a la agricultura y la pesca de subsistencia. El sector pesquero, que es esencial para el país, emplea a unas 1.800 personas (un 60% de ellas mujeres) y contribuye sustancialmente a la hacienda pública y la economía nacional. Los productos de pescado (principalmente atún enlatado y lomos de atún cocido) son una de las tres primeras fuentes de ingresos del comercio internacional.
Las Islas Salomón han obtenido la aprobación para exportar pescado a la UE. Es una prioridad nacional seguir accediendo al mercado de la UE (el mayor mercado de destino) y otros mercados internacionales. Australia y la UE han ofrecido mucha ayuda para establecer la autoridad competente para la inocuidad de los alimentos y la infraestructura necesaria para las pruebas diagnósticas. Sin embargo, es necesario brindar más asistencia para que el laboratorio nacional lleve a cabo pruebas microbiológicas conformes a las normas internacionales y permitir así que prosigan las exportaciones pesqueras. Se prevé que este apoyo permita proteger los puestos de trabajo en el sector pesquero y sostener las exportaciones de productos de la pesca, que ascienden a unos 45 millones de dólares EE.UU.
Fortalecimiento de la capacidad del Laboratorio Nacional de Salud Pública para que realice pruebas microbiológicas conformes a las normas internacionales
El proyecto permitirá al Laboratorio ceñirse a las normas internacionales sobre pruebas microbiológicas de los alimentos. Se impartirá una formación al personal del Laboratorio y se establecerán sistemas clave adaptados a las buenas prácticas y las normas internacionales. Al término del proyecto, un organismo de acreditación internacional competente evaluará si se puede otorgar al laboratorio la certificación conforme a la norma ISO 17025.
Aumento de la capacidad para vigilar y evaluar los riesgos de contaminación del agua y los alimentos para la población nacional
Facilitar el aprovisionamiento de agua limpia y alimentos inocuos es un objetivo de desarrollo prioritario para la salud pública en las Islas Salomón. El proyecto mejorará la capacidad del laboratorio para vigilar y evaluar los riesgos de contaminación del agua y los alimentos, y así contribuirá a las iniciativas de salud pública en el país. El laboratorio estará también en condiciones de realizar las pruebas que necesitan los organismos públicos y las organizaciones internacionales que participan en la ejecución de proyectos de aprovisionamiento de agua a nivel local y las intervenciones de gestión del agua.
Developing and maintaining adequate SPS infrastructure and resources – including laboratory testing services – is an ongoing challenge for small island developing states. Sustainability cannot be taken for granted. Limited availability of qualified staff is an important risk for operations, especially when there is staff turnover, and requires ongoing attention. The relatively low volume of samples for testing, and the financing model used, influences the ability to gain and maintain ISO 17025 accreditation.
Different funding options exist – from government funded, to government funded with commercial testing services, or a completely commercial service – each of which has different opportunities and challenges. Regardless of the option selected, operational, budgeting and procurement processes must be effective and able to adapt quickly to issues faced. Fees for testing services must reflect market rates, including in neighbouring countries, to ensure use by the private sector.
Online training offers great potential to complement and expand traditional lab capacity development and could be used more extensively to improve skills and coach lab staff working towards accreditation.